Pozos de
pesca cercanos a la ciudad, un muelle de pescadores deportivos, y escolleras hacen de Miramar un centro de atracción para los amantes del deporte del pique que llegan hasta estas distancias
de Buenos Aires en busca de excelentes ejemplares de pejerrey, corvina, burriqueta, y más.
Tanto hacia el norte en los
pozos de pesca Arroyo El Durazno, Barrancas del Golf, Copacabana, Pozo Internacional, como hacia el sur en La Baliza, La Burriqueta, El Arenero, Las Latas,
Las Dos Piedras, Pozos del Médano; y en El Remanso y Rocas Negras, pesqueros de Mar del Sud; aficionados y expertos profesionales sacian sus ansias de captura con extraordinarias piezas marítimas.
Y para quienes prefieran la pesca en agua dulce,
Miramar afirma orgullosa su gratificante práctica en la Laguna la Ballenera, un predio de 40 hectáreas preparado para recibir grupos de hasta 60 personas en sus quinchos, desde donde, además, puede accederse a jornadas de pesca embarcada.
Si no desea alejarse de la ciudad, en el propio núcleo
urbano de Miramar, el magnífico Parque Patricios pone su espejo de agua plagado de mojarritas y bagres a disposición de los iniciantes en la apasionante práctica de la pesca.