Sus
balnearios seducen con el arrullo del mar sobre las costas de doradas arenas; el cielo azul se confunde con el mar impidiendo distinguir donde comienza o termina uno y el otro; las aves aprovechan las playas más desoladas para revolotear entre las aguas y regalar un espectáculo más.
Dueña de una serenidad envidiable, este destino también se posiciona como una excelente opción para quienes gusten de los deportes acuáticos y playeros: en el mar algunas de las alternativas son
pesca, windsurf, kayak, navegación a vela,
skysurf; mientras que los
médanos permiten la práctica del
sandboard. Pero aquí no terminan las propuestas: las
travesías en 4 x 4 descubren lugares impensados; el
trekking invita a mimetizarse con el verde en un apasionante recorrido; el
mountain bike es ideal para conocer los bosques, al igual que los imperdibles
safaris fotográficos.
Especial en todos los sentidos, Arenas Verdes regala la posibilidad de observar como el sol sale y se esconde en el mar, aumentando las excusas para regresar a este rincón colmado de maravillas naturales.