Ubicada a la vera del río Paraná de las Palmas y su delta de agreste naturaleza, la ciudad de Escobar aparece como un tradicional paraíso pesquero. Desde el muelle, en excursiones embarcadas, o debajo del viejo puente de hierro que cruza el río Luján, la jornada de pesca no puede ser más que fructífera y satisfactoria en esta localidad bonaerense donde especies ictícolas, ejemplares y marco paisajístico constituyen un compuesto irrechazable para todo amante de la disciplina.

El Dique Luján, el Canal Villanueva, el Arroyo Paichi, el Canal Arias y el Arroyo Garín son otros de los espacios acuáticos que invitan a la práctica de la pesca en cercanías al centro urbano de la ciudad de Escobar.
Allí pueden obtenerse buenos portes de bogas, bagres amarillos, sábalos, surubí, pacú, mangurullú, con la misma adrenalina con la que se busca entre los juncales a tarariras y doradillos, mientras lo más común es hacerse de grandes cantidades de mojarras y dientudos.

Escobar es, además, sede de desafiantes torneos de pesca de pejerrey en el espacio comprendido por el Club de Pescadores local, erigido ante las aguas del Paraná. En dichas orillas se extienden también otros tantos campings y recreos acondicionados con instalaciones y servicios para comodidad del pescador y su familia. Mesas, bancos, parrillas, entrada de vehículos, proveedurías, puestos de ventas, extensos parques naturales, constituyen parte de la cartelera sin agotar su detalle.