Monumento a los Dos Congresos
Realizado con motivo de la Celebración del Centenario de la Revolución de Mayo, el Monumento a Los Dos Congresos se alza imponente frente al Congreso Nacional.
Una obra del arquitecto belga Eugenio D' Huicque y el escultor Jules Lagae, está conformado por varios grupos escultóricos, entre los que se destacan uno que representa la Asamblea Nacional de 1813 y otro al Congreso de 1816.
Sobre una plataforma que se eleva unos cuatro metros, la obra se completa con una alegoría de la República Argentina; figuras de bronce que representan a cóndores y ángeles; junto a pilares en las cuatro esquinas.
Hacía el este se extiende una fuente que remata este imponente monumento.
Catedral Metropolitana
Imponente con sus 12 columnas en su fachada, la Catedral Metropolitana es uno de los templos de referencia para todos los católicos de Argentina.
Ubicándose dentro de las edificaciones de estilo neoclásico, no cuenta con campanarios ni torres laterales como la mayoría de los templos católicos.
El edificio actual fue culminado completamente en 1911, pero desde 1539 en este lugar se fueron sucediendo varias edificaciones que cumplían la misma función.
Su interior se divide en cinco naves. En la principal se puede apreciar el imponente altar mayor.
Si el visitante recorre la nave lateral derecha podrá acceder al Mausoleo, que alberga los restos del padre de la patria, José de San Martín. En la parte izquierda se ubica un altar consagrado al “Santo Cristo de Buenos Aires”: resulta sorprendente la imagen de Jesús crucificado en tamaño natural y tallado en madera que preside el espacio.
El Cabildo
Testimonio de hechos históricos que marcaron la vida de la nación, El Cabildo es una de las construcciones más emblemáticas de Buenos Aires.
El edificio actual data de 1711, y fue construido bajo el proyecto del jesuita Andrea Blanqui. Fue inaugurado en 1740 cuando todavía no estaba concluido.
Recién quedó finalizado en 1748, con un balcón en el frente; cinco arcos en cada ala lateral; una torre con reloj y campanas.
Luego de ser sede del gobierno nacional y testimonio de la aclamada Revolución de Mayo, sufrió varias modificaciones hasta que tomó su fisonomía actual: en 1884 perdió tres arcos del lateral norte debido al trazado de la Avenida de Mayo; en 1931, el delineado de la Avenida Presidente Julio A. Roca obligó a demoler los tres arcos de la parte sur.
En 1933 fue declarado Monumento Histórico, y refaccionado tratando de respetar lo que era su aspecto original.
Casa Rosada
Ocupando un espacio con historia desde que Juan de Garay llegara a estas tierras, la Casa Rosada es la sede del gobierno nacional y un emblema para la nación.
Siendo una construcción amurallada que funcionaba como fuerte a comienzos del siglo XVIII, fue la sede de los gobiernos patrios desde 1810. Luego la construcción estuvo desocupada durante algunas décadas, y en 1862 Mitre se instaló junto a sus ministros en la antigua casa.
El siguiente presidente, Domingo F, Sarmiento, fue quien decidió pintarla de rosado, tradición que se mantiene hasta nuestros días.
El edificio actual fue construido por orden del presidente Julio A. Roca, ubicado frente a la Plaza de Mayo. Fue inaugurado en 1884.
Uno de los recorridos imperdibles incluye un paseo por el Museo de la Casa Rosada: allí se pueden encontrar objetos personales y oficiales que pertenecieron a los presidentes de la República. Sillones, bastones y bandas presidenciales conforman el tesoro más preciado. Además en las galerías se pueden admirar antiguos y fastuosos carruajes.
Manzana de las Luces
Denominada así por haber sido en varios sentidos residencia de los intelectuales argentinos, toda la manzana ha sido declarada Monumento Histórico Nacional. En ella se destacan varios establecimientos de importancia significativa para el desarrollo intelectual y cultural del país en su etapa de despertar, así como construcciones pertenecientes a diversas épocas y estilos arquitectónicos.
Procuraduría de las Misiones; casas virreinales de renta; Colegio Nacional de Buenos Aires; Mercado de artesanías; Iglesia de San Ignacio; son algunos de los sitios que pueden visitarse, recorrerse y conocerse en las inmediaciones de la Manzana de las Luces, dejándose invadir por la seriedad y las ansias de estudio que antiguamente dominaban el ambiente.
También pueden realizarse visitas guiadas a los túneles que atraviesan el área desde tiempos antiguos, conectando subterráneamente a determinados edificios.
Pirámide de Mayo
Uno de los primeros monumentos que se construyeron en la Ciudad de Buenos Aires, la Pirámide de Mayo se ubica en la plaza homónima y se eleva 18 metros.
Construida para celebrar el primer año de la Revolución de Mayo, en sus orígenes fue sólo una pirámide pero con el paso del tiempo fue modificada.
En 1856 se agregó en su cúspide una estatua que representa a la República y en su base se colocaron escultoras alegóricas que representan a la agricultura, el comercio, las ciencias y las artes.
En 1912 se trasladó 60 metros dentro de la misma plaza.
Palacio de Gobierno de Buenos Aires
Sorprendiendo con una combinación de estilos que reúne a la arquitectura francesa, italiana, y alemana, el edificio del Palacio de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires invita a disfrutar de una construcción que data de 1902 y se encuentra en perfecto estado de conservación.
Un proyecto del arquitecto Juan Buschiazzo, que fue ejecutado por el italiano Giovanni Cagnoni, se alza imponente sobre la Avenida de Mayo.
Además de su belleza arquitectónica, en su interior el visitante se encontrará con dos obras magníficas: “Preparativos de salida”, de Benito Quinquela Martín, y “La Fundación de Buenos Aires”, de José Moreno Carbonero.
Plaza de Mayo
Politizada y fuertemente marcada por las huellas de la historia, Plaza de Mayo ha sido testigo y escenario de numerosos acontecimientos en la vida nacional: allí se grito la independencia en 1810; allí se juró públicamente la Constitución en 1860; allí las madres y abuelas golpearon con su lucha a la dictadura militar; allí se congregaban los ciudadanos cada vez que necesitaban hacer oír sus voces, y allí se siguen congregando.
Plaza de Mayo abarca una manzana, se encuentra rodeada por los principales edificios públicos, y luce en su centro la Pirámide de Mayo: un monumento al Centenario de la Revolución, construido en 1811 y modificado numerosas veces, que se conforma por una estructura, cuya estatua situada sobre la cúspide representa la libertad.
Tras numerosos cambios, finalmente la plaza recibió el exquisito trabajo de parquizado del paisajista francés Carlos Thays, con palmeras provenientes de Río de Janeiro.
Hermoso espacio verde salpicado de historia y política, la Plaza de Mayo no puede pasar desapercibida para ningún turista de Capital Federal, Buenos Aires.
Enmarcada por calles Hipólito Irigoyen, Balcarce, Bolívar y Rivadavia (Bº Monserrat).
Iglesia San Ignacio
Ostentando ser una de las Iglesias más antiguas de Buenos Aires, la Iglesia de San Ignacio invita a descubrir una fachada barroca con dos torres laterales simétricas, que tuvo sus orígenes alrededor de 1675. Con el paso del tiempo fue restaurada y sufrió en 1955 un incendio intencional.
En su interior se pueden admirar pinturas, imágenes, amoblamiento, y otras piezas que datan del siglo XVIII.
Bar los 36 Billares
Un proyecto de los arquitectos Tiphaine y Colmegna, el Bar Los 36 Billares es uno de esos lugares porteños testigos del paso del tiempo. Inaugurado en 1894, es uno de los lugares más emblemáticos para quienes gusten de la práctica del billar.
Con farolas en el frente que recuerdan sus orígenes, su interior cuenta con dos salones para disfrutar del café, mientras que en el subsuelo se dictan clases de esta particular disciplina que atrapa a lugareños y visitantes.
Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires
Un edificio colmado de historia y por el cual pasaron ilustre visitantes y personalidades de nuestro país, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires también amerita una visita si transita por el barrio de Monserrat.
Con un estilo academicista francés, fue diseñado por el arquitecto Héctor Ayerza e inaugurado en 1931.
Ubicado en una esquina, y respetando una forma con base triangular, su fachada tiene columnatas; balcones; arcos; y en el último de los siete pisos, un grupo de 26 esculturas que lo rodean.
Una torre con reloj, ubicada sobre uno de los laterales, sobresale sobre el techo de la construcción y brinda la hora oficial. En esa torre también se encuentran un grupo de 30 campanas. En 2008 fue declarado Monumento Histórico de la Ciudad de Buenos Aires.
Museo de la Ciudad
Creado en 1968 para rememorar la historia de Buenos Aires, el Museo de la Ciudad es uno de los sitios imperdibles para los visitantes que ansían conocer el pasado porteño.
Una invitación fascinante al pasado, permite descubrir un sinfín de piezas y objetos que permiten reconstruir la vida cotidiana de los antiguos habitantes: tarjetas, postales, fotografías, muebles, utensilios domésticos, juguetes, son sólo algunos de los tesoros que cobija.
Su ubicación privilegiada, cercana a la Plaza de Mayo, el Cabildo, la Casa de Gobierno, el edificio del Gobierno de la Ciudad, lo incluyen dentro de un circuito turístico atrapante y más que llamativo.
Entre las actividades que organiza el Museo de la Ciudad se encuentra la organización de la Feria de San Pedro Telmo, en la Plaza Dorrego; la Feria de las Artes, en la Plazoleta San Francisco; junto a otras ferias temporales de libros, metales y ropa.
Casa de la Cultura (ex Diario La Prensa)
Construido originalmente para albergar la sede del diario La Prensa, el edificio que ocupa actualmente la Casa de la Cultura fue inaugurado en 1898 y fue autoría de los arquitectos Hainza y Agote.
Reflejando el estilo academicista francés, su fachada tiene rasgos de otras esplendorosas construcciones como Opera de París y el Casino de Montecarlo.
Una cúpula corona su techo y por encima una escultura denominada “La Farola”, representa la libertad de expresión.
En su interior, el Salón Dorado es uno de sus tesoros más preciados: con tapices traídos de Francia; majestuosas tallas doradas; un juego de espejos único; un balcón para orquesta; un escenario con todo lo necesario para disfrutar de un espectáculo; se impone como uno de los auditorios más pintorescos de la ciudad.
En el lugar se puede disfrutar de talleres de música y danza, conferencias y congresos, visitas guiadas, entre muchas propuestas más.
Basílica del Santísimo Rosario y Convento de Santo
Testimonio del paso del tiempo, la fe, y el espíritu religioso, la Basílica del Santísimo Rosario es una antigua construcción que data de 1751 y aún conserva sus líneas originales.
Su fachada deja ver tres arcos sobre las que se eleva un ventanal con un pequeño balcón; el centro frontal del techo está marcado por una cruz de metal, mientras que los laterales aparecen flanqueados por dos torres que se elevan paralelas.
El espacio del interior está dividido en tres naves y alberga muchos testimonios de los siglos pasados.
En el atrio se destaca el mausoleo que cobija los restos del General Manuel Belgrano.
Palacio Barolo
Colmado de misticismo, encanto, y una arquitectura más que atrapante, el Palacio Barolo se alza sobre la Avenida de Mayo e invita a realizar un paseo fascinante.
Fue inaugurado en 1923 y por esa época era el edificio más alto de la ciudad, ya que superaba los cien metros.
El arquitecto italiano Mario Palanti fue el creador de esta construcción que culmina con un faro y sobre su techo muestra una cúpula de 16 metros.
Su dueño, Barolo, era admirador de la obra de Dante Alighieri, por ello tiene detalles que remiten a la obra de este artista: el palacio se divide en Infierno Purgatorio y Cielo; tiene inscripciones en latín; se eleva cien metros, y cien eran los cantos de la Divina Comedia…todo tiene un porque y una referencia a este poeta italiano y su producción.
En la actualidad se encuentra ocupado por oficinas.