Destino veraniego por excelencia,
la ciudad de Monte Hermoso explota en propuestas y satisfacciones cada temporada. Extensas playas de arenas doradas preludiando la inmensidad de las aguas aturquezadas, sombrillas y reposeras por doquier, y espacios propicios para el desarrollo de los más apasionantes deportes, le dan ese toque juvenil y divertido que absorbe incluso familias.
Al este, al oeste, en el centro y las afueras, las playas constituyen el principal atractivo turístico de
Monte Hermoso, destacándose por su extensión de 32Kms.-limitada a un lado por el Partido de Coronel Rosales y al otro por la desembocadura del
Río Sauce Grande en el Océano Atlántico-, y por sus corrientes carentes de aguas contaminadas y declives pronunciados. Pero si hay algo característico de estas playas paradisíacas, eso es la orientación geográfica de su tendido, la cual permite que el sol salga y se ponga sobre el mar.
Las Playas del Oeste, exponen sus bellezas y opciones en el espacio intermedio entre calle
Las Ballenas y el límite del partido en la localidad de Pehuen-Co. En ellas puede disfrutarse de paisajes como los Médanos Blancos y los yacimientos arqueológicos, siendo además escenario perfecto de deportes acuáticos, pesca, cabalgatas, jornadas de camping. Por su parte, las Playas del Centro, se extienden desde el espigón este, marcado por calle Huemul,
hasta calle Las Ballenas, invitando a presenciar sus magníficos espectáculos playeros y a ser partícipes de cautivantes actividades recreativas.
Continuando por la costa
surgen las Playas del Faro, cuyo territorio abarca desde la calle Samborombón hasta el espigón este, siendo más que perfecto para la desafiante práctica de windsurf y otras disciplinas náuticas. En tanto que las
Playas de Sauce Grande lucen tranquilas y encantadoras, ubicándose entre las calles Orense y Samborombón, y completando su cartelera con excitantes jornadas de pesca.
Finalmente las
Playas de la Desembocadura, se sitúan en el espacio que expresa su nombre, limitadas por Balneario Sauce Grande. Playas agrestes, plenas de avifauna y demarcadas por cadenas medanosas, aparecen ideales para la aventura y la pesca variada.