La ciudad de Oriente se encuentra sobre uno de los márgenes del
Río Quequén. Este curso de agua despierta toda clase de sensaciones a lo largo de su recorrido: atravesando la llanura y formando gigantes barrancas regala una caudalosa caída de agua conocida como la
Cascada Mulpunleufú.
Continuando el recorrido, un conjunto de cuevas guardan leyendas e historias teñidas de misterio. La
Cueva del Tigre es una de las más conocidas y atrapa a los curiosos que ansían recorrer esta formación rocosa. Pero esto no es todo: los restos de Puente Viejo persisten el paso del tiempo luego de que una inundación lo destruyera; contrastando, el
Puente Nuevo exhibe toda su arquitectura junto a frondosas arboledas de pinos y eucaliptos. Para finalizar, el encuentro con el atlántico sella todo su encanto.
A 22 kilómetros de la inmensidad del océano atlántico, es un destino que permite disfrutar de largos días de sol y playa en el
Balneario Marisol. Con actividades para todos los gustos, despliega una amplia propuesta:
cabalgatas y caminatas admirando las postales increíbles de los atardeceres; aventura a bordo
de 4 x 4 por los médanos; adrenalina de la mano de los
deportes acuáticos; y serenidad con la práctica de la
pesca.
Llanura, mar, médanos, ríos y barrancas…los paisajes que envuelven a Oriente obligan a emprender un
safari fotográfico para recordar siempre todas las bellezas que la naturaleza decidió brindar a esta región.