Sitios en Pehuajo, Buenos Aires
Sitios a Visitar en Pehuajo, Buenos Aires, Las Lagunas, Argentina
Parque General San Martín
En Pehuajó un sitio ideal para quienes buscan el contacto con la naturaleza es el Parque General San Martín. Extendiéndose sobre cuatro cuadras, cuenta con un lago desde donde emergen dos islas que se unen por un puente. En una de las islas se ubica el Anfiteatro, escenario de los todos los espectáculos públicos.
Respetando las características románticas que le dieran origen en 1912, está rodeado de glorietas y esculturas que le otorgan singular belleza. Además cuenta con una zona con juegos infantiles y añejas arboledas.
La Plaza Dardo Rocha
La Plaza Dardo Rocha es un espacio recreativo que combina diferentes especies arbóreas, que le otorgan su característico verde; faroles que ameritan un paseo nocturno; senderos que la recorren, junto a varios monumentos que recuerdan a personajes y hechos de la historia de Pehuajó.
Llevando el nombre del fundador de la ciudad, tiene dos fuentes que ofrecen un maravilloso espectáculo acuático; el “Monumento Nacional al Martín Fierro”, a la Madre, al reconocido polista Andrés Gazzotti. En homenaje a los ciudadanos que defendieron la localidad de la inundación que la azotara en 1986 se levanta el Monolito en memoria a “La Noche de las Palas".
Manuelita
En el acceso a la ciudad de Pehuajó, una simpática escultura de la tortuga Manuelita recibe a los visitantes con la ternura que caracteriza a este personaje de la escritora María Elena Walsh. A su alrededor se encuentra una zona cómodamente parquizada con arboledas y coloridos jardines para que grandes y chicos puedan disfrutar de este paseo.
Parroquia San Anselmo
La historia de la Parroquia San Anselmo de Pehuajó cuenta con una rica historia. Hacía 1888 nace esta capilla que funcionaba en la vivienda del vecino Rafael Hernández, bajo la advocación de San Anselmo. Un año después, debido al gran crecimiento que produjo la llegada del ferrocarril, se levanta un gran galpón para celebrar los oficios religiosos.
Para 1892 se inaugura el nuevo templo, que en 1909 se incendia por completo. Con la ayuda de los vecinos fue reconstruida y mejorada funcionando en ese sitio hasta 1917 cuando se la traslada al terreno que ocupa actualmente. Recién en 1937 queda completamente terminada adoptando la fachada que se conserva hasta hoy.