Característicamente colorido a orillas del
Riachuelo. Con un aire nostálgico aunque alegre. Así de misceláneo es el
barrio de La Boca. A pasos del centro de la
Capital Federal, pero tan distintivo que parece distante, figura entre los sectores porteños más visitados por los turistas, debido a su esencia tanguera, su expresión artística, sus tradiciones y su pasión futbolera.
La Boca es reconocido internacionalmente por ser sede de uno de los clubes argentinos más populares y entusiastas:
Boca Juniors, cuyo estadio de fútbol merece el apodo de “La Bombonera”. Pero al descubrirlo, su atractivo va mucho más allá, conduciendo incluso hacia las artes y el pasado histórico inmigrante.
Un
mural escenográfico recrea con objetos y dibujos una escena típica del barrio, que bien puede funcionar como preludio a lo que se vivirá de allí en más por las calles de
La Boca, y ni hablar si se continúa por
Caminito, un museo sin puertas y a cielo abierto en el que es palpable la intervención del pintor neoimpresionista
Benito Quinquela Martín. Un
museo de arte y el
Teatro de la Ribera, iniciados por este mismo personaje; el único
Museo de Cera de la Argentina con todo su encanto costumbrista; y las exposiciones de la Fundación PROA se agregan a la propuesta cultural de este delimitado sitio porteño.
La
Casa Amarilla; la
Iglesia Nuestra Señora de los Inmigrantes; la plazoleta con forma de barco llamada “
Vuelta de Rocha”; el tradicional
Bar la Perla y la legendaria
Pizzería Banchero; pintan un poco más en detalle el trasfondo genovés e italiano del sugestivo
barrio La Boca.