Paisajes campestres, estancias y gauchos fundan los símbolos mayúsculos de
Las Pampas de Buenos Aires. Un salpicón de espacios geográficos que permiten vivenciar la tradición rural centenaria en pleno Siglo XXI, desplegando sus costumbres y abriendo las tranqueras al
turismo nacional y extranjero.
Constituyéndose como uno de los atractivos de mayor importancia en la
provincia de Buenos Aires, el turismo rural congrega infinidad de personas de las más diversas procedencias, interesadas en adentrarse en el intrigante mundo del
campo argentino. Pueblos rurales distribuidos por todo el territorio como fieles centinelas de la historia nacional; grandes establecimientos dedicados a las tareas cotidianas; artesanos del cuero y la plata recibiendo en sus talleres a los visitantes; y una
gastronomía basada en las mejores carnes; permiten el acceso a un estilo de vida único e incomparable, capaz de colmar de placer a quienes atraviesan el portal.
Cientos de espléndidas estancias, emplazadas bajo frondosas arboledas, sumidas en el silencio de la siesta y despiertas desde la madrugada, esperan a los visitantes extendiendo sus anchas galerías y sus patios con aljibe. Servicios de primera calidad en alojamiento, espectáculos criollos y exquisitos platos típicos; estas estancias invitan a participar de las labores rurales, jineteadas, domas y fogones, con el mismo ímpetu con el que incluyen en su cartelera actividades recreativas como cabalgatas, bicicleteadas, paseos guiados, avistajes, pesca y náutica en lagunas y arroyos.
Vivenciar la obra pilar de la literatura gauchesca,
“Don Segundo Sombras”, recorriendo
el pueblo de San Antonio de Areco; visitar la “Ciudad Gaucha” General Madariaga destacada por sus asados populares; escuchar como en eco las
payadas de Santos Vega en las haciendas de General Lavalle; llegarse a la pulpería de Lobos donde fue muerto el gaucho Juan Moreira; contagiarse de costumbres en los almacenes de campo de Luján; cada paso por
Las Pampas de Buenos Aires guarda su significado particular tornando la experiencia satisfactoria e inolvidable.
Descanso profundo, exaltación de nuevas sensaciones, dedicar sus vacaciones al conocimiento y la vivencia del campo argentino, será un agasajo para con usted mismo tanto en el momento de disfrute, como en el renovado retorno.