Cielo, pampa y tradición pintan el mapa característico de
Ayacucho, Buenos Aires, como un anticipo irresistible de sus alternativas turísticas.
De singular encanto resulta la
Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra que se lleva a cabo cada abril desde 1969, y que le ha merecido la caracterización de
Capital Nacional del Ternero. Es entonces cuando
Ayacucho abre sus tranqueras a una gran afluencia turística que llega para contemplar las actividades del hombre de campo y el desarrollo económico del partido; y disfrutar de importantes
espectáculos folklóricos y de
destreza criolla.
Imagen - Municipalidad de Ayacucho
Pero eso no es todo en cuanto a atractivo campestre presenta
Ayacucho. La
Chacra de Escuela de Educación Agropecuaria Nº 1, ubicada a 5Km. de la ciudad, despliega sus 84 hectáreas de campo destinado a realizaciones didáctico productivas. Allí se trabaja con ovinos, bovinos, porcinos, avicultura, apicultura, vivero y huerta, alimentos balanceados y la correspondiente producción de leche, dulces, conservas y miel.
Más cerca y más lejos aparecen las
estancias que ofrecen al visitante alojamiento en un ambiente de tranquilidad natural, agasajando a quienes optan por sus servicios con exquisiteces de la
gastronomía criolla. Actividades recreativas de lo más diversas, como
cabalgatas, paseos en
sulky, recorridos en bicicleta, participación en
tareas rurales,
pesca en arroyo,
avistajes de fauna silvestre, práctica de
polo, completan la particular propuesta turística de
Ayacucho, un lugar dónde complacerse con una cuota de distensión.