Apostado en el paisaje llano y solitario de la región pampeana, el
partido de Chacabuco cautiva desde el norte de la provincia de
Buenos Aires, abriéndose espacio entre las escapadas de fin de semana y los destinos vacacionales. Naturaleza, costumbrismo, prestaciones y tranquilidad delinean la opción medular de este territorio: el disfrute placido y seguro.
Numerosos arroyos y lagunas surcan la superficie de
Chacabuco convirtiéndolo en un propicio pesquero que encuentra su límite en el
río Salado. La cercana
Laguna de Rocha, y otras como
Las Toscas y
Los Patos, destacan entre los sitios preferidos de los viajeros que llegan hasta estas distancias en busca de un contacto distinto con la naturaleza pero respaldados con los servicios básicos de una buena estadía.
La tranquilidad es parte de la idiosincrasia de
Chacabuco; y este atributo codiciado por el turismo de la gran ciudad, tiene su contra cara en una influyente actividad social y económica, y un siempre presente movimiento cultural, que contribuyen a completar el plan diario de cualquier visitante.
La práctica de
golf; los festivales populares; la aventura del campamentismo; los productos artesanales de la localidad de
O’Higgins; la propuesta
rural del partido; el
Museo Ferroviario de
Rawson; la
Casa de la Memoria de los años de plomo; la estación de trenes y sus
Ferifiestas; el
Corredor Cultural El Horizonte; son un adelanto de todo lo que el turista descubrirá al recorrer este pedacito bonaerense.
Campo y ciudad; recreación y descanso,
Chacabuco invita a vivir una escapada vacacional diferente pero plena de satisfacciones.