Kilómetros y kilómetros de playas doradas, aguas cristalinas, satisfacción, diversión y todos
los servicios, Mar del Plata es una de las pocas ciudades balnearias en el mundo que permiten disfrutar de una caminata nocturna por extensísimas playas iluminadas, tanto como de sensacionales momentos bajo el sol. Avistajes, safaris fotográficos,
deportes náuticos, parapente, tándem, vuelos de bautismo, nada está de más en esta ciudad veraniega.
Imperdible: pasear por el
Puerto descubriendo sus mágicos rincones; visitar magníficos
museos como el "del Mar", con su colección de miles de caracoles, y el
"del Hombre del Puerto"; llegar a "el Paraíso", un zoológico que es mucho más que eso; divertirse con las fantásticas opciones del parque acuático; admirar los incomparables paisajes marplatenses o sucumbir ante las impactantes vidrieras del microcentro y otras calles comerciales. Así de encantadora y
variada es Mar del Plata, una ciudad que una vez conocida no puede dejar de visitarse.