Variadas hipótesis rondan la denominación de esta
encantadora ciudad de Buenos Aires. Entre ellas, la más popular encuentra el origen de la misma en el nombre de un cacique indígena que habitaba la zona, mientras que otra asegura la existencia
previa de un río conocido bajo dicha designación. No obstante, un estudio basado en vocablos mapuches o araucanos, explica que el significado de
Tandil sería “piedra que late”, haciendo obvia referencia a la famosa piedra movediza.
Tandil habría nacido con la construcción del
Fuerte de la Independencia en las laderas de la Sierra del Tandil, en abril de 1823, destinado a abrir camino a las comunicaciones con Carmen de Patagones, venciendo los obstáculos ocasionados por los ataques indígenas. Este asentamiento sería un punto clave en la seguridad de las tierras ya ocupadas y en el avance sobre la demanda de tierras nuevas.
Sesenta años pasarían hasta que la
llegada del Ferrocarril permitiría la expansión económica casi explosiva de la zona.
Conformada la población tandilense por un 40% de inmigrantes
europeos, en octubre de 1895 Tandil sería declarada ciudad.